Hay noticias que nos chocan de una forma personal porque conocemos directamente al personaje involucrado. Y nada más difícil de digerir que la triste noticia de la caída del pastor de una iglesia, mi iglesia: Calvary Chapel Fort Lauderdale. Su fundador y pastor principal Boy Coy tuvo que confesar públicamente haberle sido infiel a su esposa Diane dos veces en un año y se rumorea que también tenía problemas con la pornografía. Los más de 20,000 miembros de esta mega-iglesia -con 10 sedes en otras ciudades de Florida del Sur- están atónitos, muchos de ellos desalentados.
Qué se puede esperar del cristiano común y corriente, del hombre que quiere serle fiel a su esposa a pesar de las mil y un tentaciones que lo rodean, si la cabeza de una iglesia próspera y respetada, el líder que debiera predicar y practicar la Palabra de Dios, viviendo y caminando en el Espíritu, el pastor que debiera liderar a las ovejas, ese mismo hombre traiciona a la mujer que ha estado a su lado durante mas de 30 años, la madre de sus dos hijos, la co-fundadora de su gran iglesia evangélica?
La noticia me dolió tanto por ella, por esa mujer virtuosa a la que tuve el honor de conocer en uno de los estudios bíblicos que ha venido dirigiendo por años. Diane Coy es una mujer que irradia paz y bondad. Cómo debe estar sufriendo! Por qué un hombre de Dios se puede dejar llevar por Satanás de tal manera que no piense ni por un segundo en el inmenso dolor que va a producir en su esposa y sus hijos la noticia de su adulterio?...No estoy juzgando a Boy Coy, lo estoy compadeciendo. El es el que más ha perdido en todo esto. Dios lo juzgará. Es probable que su familia lo perdone si su arrepentimiento y su propósito de enmienda son verdaderos.Y Jesús tendrá misericordia de su alma.
La reflexión a la que me conduce este caso se centra en la importancia de la PREVENCION. Los hombres juegan con fuego sin creer que van a quemarse. Se las dan de invencibles porque confían demasiado en su fortaleza. Los hombres cristianos miran la TV comercial con la mayor naturalidad, incluidos los comerciales que muestran mujeres jóvenes casi desnudas en posiciones sumamente tentadoras y creen que no van a ser afectados. Pues sí, sí lo son. Esas imágenes, una tras otra, incluidas las de las cheer-leaders bailando en los juegos deportivos con mini faldas atrevidas., los van haciendo vulnerables a la lujuria de los ojos.
Y qué decir de las películas de cine y del internet con su bombardeo constante de imágenes de mujeres seductoras destinadas a excitarlos sexualmente? Y cómo influye inclusive que un hombre cristiano se ponga a contemplar las portadas de las revistas femeninas en la cola del super mercado? Alli encontrará Cosmopolitan y otras tantas que le gritan las bondades del sexo extra-matrimonial, ése que él ya no tiene con su esposa desde hace mucho. Los taxis se pasean por las ciudades con afiches de cabarets y streap-clubs, los mismos que figuran en grandes carteles por todas las carreteras. Y los sex-shops y burdeles disfrazados de casas de masajes pululan en todos los barrios. Aqui y en el resto del mundo. Desafortunadamente.
El hombre que ama su esposa se prepara para la batalla. No sale indefenso a la calle. Sale armado contra todo aquello que provoque en él la lujuria de los ojos. Voltea la mirada para no ser tentado: ése es el hombre fiel. No mira por segunda vez, no se queda en un lugar donde presiente peligro, huye del ambiente donde la tentación lo acecha. Es un hombre de verdad el que sale corriendo antes de pecar. Ese no tiene ni pizca de cobarde: ese es el valiente, el héroe, el hombre con el que toda mujer sueña y a la que toda mujer admira.
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