LA RENDICION DE CUENTAS.-
Continuando con los 7 pasos, hoy nos corresponde ver los últimos tres:
5) Habla con alguien a quien le tengas confianza y sepas que es lo suficientemente maduro y estable emocionalmente para que te ayude con este problema, debe ser alguien con experiencia en manejar problemas de adicción a la pornografía, puede ser: un líder religioso, un terapeuta sexual, una organización o grupo de ayuda, etc.
Entiende que es probable que tú solo no puedas romper esta atadura. Muchos cristianos activos están luchando con la pornografía.Unete a ellos.
6) Utiliza la técnica del amigo responsable. Esta técnica es muy efectiva en casos de alcoholismo. Si tienes momentos de debilidad, si sientes deseos de ver pornografía; si crees que serás vencido por la tentación de ponerte a ver imágenes obscenas, entonces, llama a un amigo de confianza. Agarra el teléfono y llama a esa persona.
En los grupos de ayuda vas a encontrar personas voluntarias con la mejor disposición de ayudar y puedes contar con ellas en tus momentos de debilidad; simplemente, llamas a ese amigo y estará dándote apoyo emocional y espiritual. Es lo que se conoce en inglés como "Accountability Partner". Esta persona puede incluso, llamarte todos los días para oración.
7) Esto es lo mejor que puedes hacer, dedícale durante el día, algunos minutos de alabanzas y adoración a Dios. Lo malo se vence con lo bueno, tan pronto sientas que vienen a ti momentos de oscuridad, clama a Dios, él vendrá en tu ayuda. Levanta tus manos, aunque creas que el deseo puede más que tú. Dios lo hará posible. Sumérgete en su presencia, canta, cántale al Señor; verás como se van a disipar esos pensamientos pornográficos, serán sustituidos por claridad y paz.
No permitas que la pornografía sea tu única preocupación en tu vida espiritual. Dios, si se lo pides, te enseñará otras maneras en las que Él desea que crezcas. Crece en humildad, en servicio, vocación, amabilidad, generosidad. Son tantos los dones que Dios puede regalarte. Que la pornografía NO domine tu vida. Dios y tu cónyugue quieren tu corazón por completo. Es el mejor regalo que le podrás dar a ella.
El Rey David, oró con angustia de alma y quebranto de espíritu y dijo: “Crea en mi oh Dios un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mi”, en el Salmo 51:10.
Hoy, decidámonos a pedir un corazón limpio y un espíritu recto. Tener un corazón limpio es disfrutar de la obra de Cristo aplicada a tu corazón y un espíritu recto es el espíritu que no se desvía tras las vanidades y placeres de este mundo, porque su conexión perfecta está en Dios su creador.
Si hoy caminas por la vida con un corazón limpio y un espíritu recto dentro de ti, entonces tendrás una vida limpia y una vida recta. Ingredientes esenciales para desenvolverte manteniendo el equilibro en un mundo sucio y torcido.
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