CUAL ES LA VIA MAS EFECTIVA PARA SALVAR UN MATRIMONIO?

Cuando las parejas vienen a mí en busca de consejo, empiezo a escuchar sus problemas y me concentro por algunos minutos en el terreno psicológico, para terminar siempre en la esfera espiritual. Porque lo que no es posible para los seres humanos, es posible para quien posee todo el poder y toda la gloria, para quien detenta un poder sobre natural, sin límites de tiempo ni de espacio. 

El y sólo El puede restaurar matrimonios que parecían destinados a odiarse el resto de sus vidas. Sólo El puede colocar en el alma humana un perdón, una compasión y una misericordia que no son propias de los mortales. Y es que cuando queremos reconstruir una relación destrozada, no basta con contar con nuestros buenos deseos y nuestras propias fuerzas. No es suficiente. 

He aquí la revelación más importante para las parejas creyentes. Todos conocemos el mandamiento "Ama a tu prójimo como a tí mismo" y a algunos les resulta complicado, confuso y hasta difícil llevarlo a la práctica porque simple y llanamente no se aman a sí mismos. 

Pero mientras aprenden (y esto puede llevar un buen tiempo), lo que Jesús les pide es algo que, de aplicarse a la vida matrimonial, podría evitar muchos divorcios: "Así que ahora les doy un nuevo mandamiento:  Tal como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros." (Juan 13:34).

Entonces, el reto para quien anhela salvar su matrimonio es el siguiente: 
1) Pregúntate qué tanto te ha amado Cristo a lo largo de tu vida, qué tanto te ha compadecido y perdonado.

2) Decide mirar a tu cónyuge de la forma en que Jesús lo mira: con ojos de compasión y misericordia.

3) Decide perdonar a tu cónyuge de corazón, como Cristo te ha perdonado a ti.

4) Decide empezar a amar a tu cónyuge de la manera en que Jesucristo lo ama: INCONDICIONALMENTE.

Y para poder vivir de acuerdo a tu nueva decisión, tienes que acercarte al Señor como nunca antes en tu vida porque sólo conociéndolo a El profundamente podrás cumplir con su mandamiento de amar sacrificándote, de amar dando tu vida por la persona a la que juraste fidelidad eterna.