Como ya lo he señalado en anteriores oportunidades, el principal lenguaje del amor del hombre es el sexo, mientras que el principal lenguaje del amor de la mujer es el afecto, el cariño, la ternura.
Los hombres quieren que sus mujeres sean sexys, coquetas y que les agrade hacerles el amor todo el tiempo (no sólo al inicio del matrimonio). Pero las esposas se quejan de que sus maridos solamente las besan cuando quieren sexo y que no las tratan con ternura ni les prodigan afecto durante el resto del día.
El apóstol Pedro entendía bien el carácter "áspero" de los hombres y tal vez por eso mismo, les dirigió la siguiente recomendación : "Ustedes, maridos, igualmente, vivan con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil..." (1 de Pedro 3:7) La mujer debe ser tratada con delicadeza, suavidad y dulzura. Esto la prepara para el encuentro sexual con generosidad y entrega.
Hay que mejorar el romance para mejorar el sexo: Recrear todo aquello que los hizo felices en la etapa del cortejo. Fijar un DATE NIGHT (una cita nocturna) una vez por semana en la que el esposo corteje a su mujer y ella coquetee con él.
Hay que mejorar los niveles de compromiso y sacrificio para mejorar el sexo. La satisfacción sexual en el matrimonio se opone al egoísmo. Implica sacrificio de las dos partes.
Las personas que saben comunicarse mejor y entender las emociones de su pareja, practicando la empatía, la generosidad y la comunicación afectiva, son más propensas a tener una vida sexual más satisfactoria.
No comments:
Post a Comment