Hoy voy a reflexionar con ustedes sobre la importancia de conocer los 5 lenguajes del amor que el psicólogo cristiano Gary Chapman desarrolla en su libro del mismo nombre.
Este tema es sumamente valioso para las parejas que están comenzando su recorrido juntos pero también para aquellas que, a pesar del tiempo transcurrido, reconocen que para que una buena relación se mantenga y no se deteriore, se requiere dedicar tiempo y esfuerzo.
Casi todo el mundo reconoce la importancia de la buena comunicación como uno de los pilares sobre los cuales se construye la relación de pareja.
Sin embargo, ¿cuántos están conscientes de que para comunicarse bien hay que aprender a hablar el idioma del otro?... Espero que no se sonrían creyendo que se trata de dominar la misma lengua: inglés, español o chino… Eso es importante también, claro está, pero vamos a hablar aquí de los cinco lenguajes amorosos que debiéramos dominar con el fin de poder amar a nuestra pareja como ella desea ser amada.
Los 5 lenguajes del amor son: Palabras de Afirmación, Tiempo Compartido, Actos de Servicio, Contacto Físico y Regalos.
El primer lenguaje está dado por las “Palabras de afirmación”. Este tipo de palabras sirven para que tu pareja escuche cuanto la aprecias, cuanto valoras su compañía, afecto y cariño. Las mujeres tienden a criticar demasiado a sus maridos y eso a ellos les espanta. No hay nada peor para el ego varonil que una mujer que le recuerde todo lo malo que dice y hace y lo poco que sirve. Por el contrario, todo elogio que la mujer prodiga a su esposo es tomado como un aliciente para amarla cada día más.
Otro lenguaje es “Tiempo de calidad” o tiempo compartido. “Regalarle” a nuestra pareja nuestro tiempo con citas especiales e inesperadas. No puede haber relación amorosa en ausencia. Se construye en el aquí y el ahora. Por eso es bueno compartir actividades y hacer cosas juntos. Ser compañeros de miles de cosas…y mil cosas para recordar.
El tercer lenguaje del amor está constituido por los “Actos de servicio”, un lenguaje del amor que los hombres suelen utilizar para decirles a sus mujeres lo mucho que las quieren. Ellos creen que una acción vale más que mil palabras. Por eso es que sacan la basura de la casa por las noches y llevan el auto de la esposa al taller para el cambio de aceite, por ejemplo.
Sin ninguna duda el lenguaje más importante -sobre todo para los hombres- sigue siendo el contacto físico. Este es el cuarto lenguaje del amor y es la mejor forma de demostrarle nuestro amor a la pareja. Es el método más directo y efectivo para que nuestro cuerpo recuerde y despierte su química hacia la persona que amamos. Los abrazos, besos, caricias, miradas y sonrisas, el sexo con nuestro cónyuge son lo que más reforzarán la unión con nuestra media naranja.
“Los regalos” son otro lenguaje del amor que pocas veces se considera pero también son importantes. Si le preguntas a tu pareja puede ser que te responda que no le da importancia a que sea un regalo comprado y costoso, que cualquier detalle por insignificante que sea la hará incluso más feliz si ese regalo es algo hecho por ti mismo y con algún significado especial. Que conste que las mujeres siguen valorando mucho los ramos de flores, los bombones y las tarjetas de amor… ¡inclusive las electrónicas!...
Ahora que ya conoces los cinco lenguajes del amor haz una lista con orden de prioridad, del primero al último para ti y luego pídele a tu pareja que haga lo mismo y compartan los resultados... Si intercambian dicha información con honestidad y respeto… ¡les aseguro que será para el bien de su relación!
Cada persona tiene uno o dos lenguajes específicos con los que se siente especialmente cómodo para percibir y expresar amor. A veces expresamos amor en un lenguaje y deseamos recibirlo en otro. Si nadie nos habla en nuestro lenguaje de amor, nos resultará difícil sentirnos amados. Intentaremos provocar en los demás la expresión de amor en el lenguaje que entendemos mejor y sentiremos frustración si no lo conseguimos.
Reconocer y respetar tanto el temperamento como el lenguaje de amor de las personas con las que convivimos ayuda a abrir cauces de comunicación emocional y crea un ambiente más cálido y seguro para la convivencia diaria y para la resolución pacífica y creativa de los conflictos, que forman parte ineludible de la convivencia humana.
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