Cada año, más de 1 millón de niños estadounidenses sufren las consecuencias traumáticas del divorcio de sus padres. Más aún, la mitad de los niños nacidos este año de padres que aún siguen casados, verán a sus padres divorciarse antes de que cumplan 18 años.
Cuando llegan parejas a mi consulta con intenciones de divorciarse sin razones tan poderosas como el adulterio reiterado, por ejemplo, les digo que tienen que salvar su matrimonio, a cómo dé lugar, por sus hijos, por la felicidad y bienestar de sus hijos. Los efectos del divorcio de los padres en niños y adolescentes son devastadores.
1) Los hijos de padres divorciados se inclinan más hacia la delincuencia juvenil que los hijos de matrimonios estables. Investigaciones más recientes acerca de la relación entre el historial familiar y la criminalidad indican que el rechazo puede llevar al hijo a unirse a pandillas de delincuentes. Vale la pena notar que estos descubrimientos sobre delincuencia no se refieren sólo a hijos varones; entre las niñas adolescentes hay una estrecha correlación entre la estructura familiar y la delincuencia, conductas hostiles, consumo de drogas, inasistencia a clases y abuso de alcohol.
2) Aumento en la procilividad a la promiscuidad sexual.- Cada cambio en la estructura familiar durante la adolescencia aumenta el riesgo de iniciación sexual temprana en un 30%, entre los hijos adolescentes de quienes se divorcian. Asimismo, ellos son tres veces más susceptibles de tener un hijo fuera del matrimonio que los hijos de padres que se mantienen casados.
3) El divorcio engendra más divorcio: Los hijos de padres divorciados tienden a divorciarse más frecuentemente que los hijos de padres casados, con un riesgo de casi 87% más alto durante los primeros años de matrimonio. Cuando los padres de ambos cónyuges se han divorciado, el riesgo de divorcio llega a un 92% en los primeros años de matrimonio. Por lo que podríamos concluir que el divorcio es un mal hereditario.
Por tanto, si usted, amigo o amiga que continúa casado(a) anhela que sus hijos crezcan sanos, emocionalmente estables y felices, hágales el mayor de los favores: ame y respete a su cónyuge, cuide su matrimonio.
No comments:
Post a Comment