Una encuesta conjunta de Unicef y la Fundación Huesped encontró que el 60% de los adolescentes de 14 a 19 años inició su vida sexual antes de los 15 años y que la mayoría de ellos tuvieron sus primeras experiencias sexuales cuando consumían drogas o alcohol.
Contrario a lo que se piensa, las drogas NO ayudan en las relaciones sexuales y ocasionan problemas de disfunción que pueden ser permanentes
¿Tiene efectos negativos el consumo de alcohol en las relaciones sexuales?
Por supuesto que sí. El consumo de alcohol genera numerosos problemas en el ámbito de la sexualidad, tales como:
Debido a su efecto como relajante muscular y ralentizador de los reflejos, puede provocar problemas de erección y de respuesta torpe a la estimulación sexual en el hombre. El consumo excesivo de alcohol a lo largo del tiempo, y por su efecto de deterioro sobre el sistema nervioso, puede llegar a provocar impotencia permanente.
El efecto tóxico del consumo excesivo de alcohol a largo plazo altera la cantidad y calidad del esperma del hombre, mientras que causa esterilidad y problemas menstruales en la mujer.
BARBITÚRICOS E HIPNÓTICOS
Son también depresores del sistema nervioso central: Inicialmente liberan la respuesta sexual de inhibiciones, pero en dosis mayores bloquean todas las conductas, entre ellas la sexual.
La marihuana,-
Inhibe la producción de hormonas masculinas, en el mismo grado que lo hacen el alcohol o los opiáceos. Se ha visto una reducción en la producción de esperma, a la vez que un mayor numero de espermatozoides anómalos. Evidencia (procedente de experimentación animal), de que suprime la ovulación y facilita irregularidades en el ciclo menstrual, además de alteraciones hormonales, aunque parece reversible.
La cocaína.-
Es quizá una de las sustancias que tiene más fama de ser capaz de aumentar la excitación y la respuesta sexual. Pero, si bien es cierto que se cita con frecuencia a la cocaína como un fuerte estimulante sexual, también se sabe que provoca disfunciones sexuales.
Diversos autores confirman la aparición de disfunciones eréctiles en el hombre, así como un importante menoscabo en el interés o apetito e impotencia situacional. El que algunos consumidores utilicen y crean que frotar la punta del clítoris con coca aumenta la sensibilidad y excitación sexual de la mujer es sorprendente, dado el hecho de que la cocaína, en medicina, se usa como un potente anestésico local.
Tras los momentos de euforia aparece la caída a momentos de depresión. El uso prolongado de la cocaína puede producir un deterioro del sistema nervioso central que basta para disminuir el funcionamiento sexual.
No importa la edad, la combinación de alcohol, drogas y sexo traerá siempre consecuencias negativas.
Pero mientras más temprano se empiece, peor.
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