Uno de los mayores y más comunes errores que cometen las parejas es hacer las preguntas equivocadas. Una de ellas es, por ejemplo: "Qué te pasa? Estás molesto(a) conmigo?" Esta pregunta supone que la cara larga de nuestro ser amado tiene que relacionarse contigo, lo que de por sí parte de una perspectiva egocéntrica: No todo lo que pasa por la cabeza de esa persona tiene que ver con lo que tú dices o haces. Una mejor manera de aproximarse al otro con esa preocupación sería preguntar: "Puedo equivocarme pero me parece que te sucede algo. Podrías compartir conmigo lo que te molesta o te preocupa?"
Amar al otro significa, sin duda, interesarse por sus necesidades, pensamientos y sentimientos sin parecer detectives privados, para lo cual debemos hacer preguntas respetuosas y delicadas, tales como:
1) Puedo ayudarte en algo?
Si tienes algo de tiempo libre, nada mejor que regalárselo a tu ser amado, preguntando antes en qué, específicamente, desearía que le colaboraras. Hay esposos que con buenas intenciones se meten a ordenar los cajones o closets ajenos, por ejemplo, solo para darse cuenta luego de que no fue del agrado del otro.
2) De qué manera te puedo demostrar cuánto te amo?
Muchas parejas son buenas en decir las famosas 2 palabras pero no las concretan en hechos, en acciones, por lo menos con la frecuencia que el otro desearía....y recordemos que los hechos hablan más alto que las palabras.
De repente tú crees que espera que cortes el jardín cuando lo que ella quiere es que la ayudes con el planchado de la ropa, por ejemplo.
3) Hay alguna cosita que te gustaría que cambie en mí para hacerte feliz?
Aqui ya estás pasando a palabras mayores porque te arriesgas a escuchar una verdad dolorosa que no te va a gustar. Pero al haber preguntado con cierta picardía y gracia sobre "alguna cosita" (entendiendo que no habrá lugar para un análisis psicológico exhaustivo) esto puede aligerar la conversación y tornarla más agradable.
Sin querer, en ocasiones, haces o dices cosas que hacen sentir a tu pareja incómoda. Esta pregunta te permitirá enmendar rumbo y no continuar fastidiándola o desagradándola, por ignorancia.
4) Hay algún lugar especial al que te gustaría ir este fin de semana?
Esto le da a tu pareja la posibilidad de elegir un lugar que tal vez no sea de tu predilección. En cuyo caso, no te quedará más que honrar su decisión. De eso se trata el amor. De dar y entregar, de esforzarse y sacrificarse por el otro, por hacerlo feliz.
Y si te pide un "getaway" para un fin de semana entero y el presupuesto no te da para ello, ofrécele que comenzarán a ahorrar con miras a darse una escapada a ese lugar maravilloso, pronto, los dos solos.
5) Qué es lo que te hace más feliz de nuestra vida juntos?
Esta pregunta hará que tu otra mitad piense en todas las cosas buenas que comparten y que son motivo de alegría y satisfacción para ambos. Y el pensar en esto, los ayudará a sentirse aún más conectados.
6) Qué te gustaría que hiciéramos que no hemos hecho juntos todavía?
Aquí se puede producir una lluvia de ideas. Cuando tu pareja comience, tú puedes aportar las tuyas, haciendo fluir la imaginación de ambos, hasta llegar a algún acuerdo concreto y hacer algo nuevo en el corto plazo, lo que los llevará a sentirse más cerca el uno del otro.
7) Hay algo que puedo hacer para que te sientas más amado(a)?
Esta pregunta tan dulce puede dejar pensativa a tu pareja por algunos minutos. Pero aunque ustedes tengan una relación excelente, es probable que tu ser amado encuentre algo que podrías hacer para que el amor de ustedes crezca aún más.
Cuando la vida los atrapa en la rutina e innumerables ocupaciones, nada mejor que experimentar con preguntas profundas, diferentes, que sirvan para dinamizar la relación y hacerse mutuamente más felices.
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