Has experimentado la euforia de estar enamorado(a) hasta los tuétanos? Según numerosos estudios científicos, el amor romántico o erótico presenta las características de una adicción, por lo menos en su fase inicial conocida en inglés como “infatuation” (deslumbramiento).
Las manifestaciones fisiológicas son evidentes: Cuando uno está enamorado se la pasa suspirando. Cuando se está frente al ser amado, las pupilas se dilatan, las manos empiezan a transpirar y hay cierto nerviosismo natural que se asocia con la excitación de ver a esa persona que hace latir nuestro corazón a mayor velocidad. Lo increíble y que muy pocas personas reconocen es que este sentimiento puede ser adictivo y llegar a convertirse en una obsesión. Y no es cuestión de magia, ¡sino simplemente de hormonas!
Esta locura temporal la producen altos niveles de dopamina y norepinefrina y un nivel bajo de serotonina. La dopamina es un químico cerebral que produce sensaciones de satisfacción y placer. Además, está asociada con una gran capacidad de euforia y dependencia, que son síntomas de adicción. Un alto nivel de norepinefrina produce pérdida del apetito y un bajo nivel de serotonina tiene que ver con esa “obsesión” de querer estar siempre con la persona amada y sentirse morir si ella nos falta.
Con el enamoramiento vienen todos los síntomas de cualquier adicción: a medida que el tiempo pasa, uno quiere más y más de la persona deseada. Y es una adicción muy difícil de controlar. Cuando se siente fascinación por alguien, el cerebro también produce feniloetilamina, una sustancia tipo anfetamina que actúa como estimulante induciendo a una sensación general de bienestar. Tal bienestar se siente cuando se tiene a la persona y se pierde cuando ésta se va. De allí que la dependencia sea tan fuerte.
Las investigaciones sobre amantes -que comparten la vida diaria y monótona bajo un mismo techo- demuestran que el amor romántico dura en promedio entre 18 meses y dos años, lo que explicaría por qué hoy en día existen tantos divorcios. La gente cree que cuando la fascinación se acaba, que cuando las hormonas ya no estallan en esa ebullición que nos pone la carne de gallina, es porque se acabó el amor… pero ¡se equivocan! ¡El verdadero amor es mucho más que el amor romántico!…
El problema de los adictos al amor romántico es que nunca tendrán relaciones duraderas porque la catarata de hormonas que produce la sensación de caminar sobre nubes termina reduciéndose con el paso del tiempo y esto sucederá con todas y cada una de las personas que el enamorado del amor tenga como pareja.
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