Entre los muchos devocionales que llegan todas las mañanas a mi email, encontré uno en inglés que me pareció tan poderoso y bello como para dedicarle algo de mi tiempo a una traducción libre y agregarle algunas cosas de mi propia cosecha, con el perdón de su autor Roy Lessin.
La mayor parte de hombres cristianos casados desean ser el sacerdote de su hogar, el líder espiritual de su esposa y de sus hijos pero no saben cómo. Algunos se desesperan y hasta tiran la toalla en el intento. Espero que esta reflexión pueda ayudarlos a meditar sobre lo que realmente importa....en esta vida y....para la próxima.
Un hombre de Dios
Un hombre de Dios no tiene un corazón de piedra
sino de pan para compartir con otros…
No es un túnel oscuro de emociones,
sino un río de aguas cristalinas de bondad y compasión…
No es una torre de acero,
sino un árbol flexible en la tormenta…
No es un gobernante duro y dictatorial,
sino un siervo que procura el bienestar de otros…
No es un frío y rígido poste que indica el camino,
sino un guía que lidera mediante el ejemplo…
No es un receptor indiferente y distante
de los mensajes de otros,
sino un comunicador que escucha y habla con el corazón…
No es un individuo auto-suficiente que
quiere ir por la vida solo,
sino un sarmiento de La Vid que depende
completamente de Dios.
" Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer." (Juan 15:5)
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