LOS MIEDOS DE LAS MUJERES

El miedo es una emoción dolorosa, excitada por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y que está acompañada por un vivo deseo de evitarlo y de escapar de la amenaza. Es un instinto común a todos los seres humano del que nadie está completamente libre. Nuestras actitudes ante la vida están condicionadas en gran medida por esos temores que brotan de nuestro interior, en grados tan diversos que van desde la simple timidez hasta el pánico desatado, pasando por la alarma, el miedo y el terror.

Una de las necesidades emocionales más importantes de las mujeres es la SEGURIDAD. Ahora bien, así como hay grados y niveles de inseguridad femenina, así también los hay en los celos y en los miedos. Una de las razones más frecuentes por las cuales las parejas se separan es por los celos de una de las partes. Y en el centro del problema de los celos anida el MIEDO.

Los miedos más comunes de las mujeres están relacionados con la inseguridad financiera, la inseguridad con respecto a su futuro y sobre todo y ante todo la inseguridad con relación al grado de compromiso y fidelidad de su hombre en la relación.

Otro de los miedos más devastadores es el miedo a ser abandonadas. Las mujeres que fueron abandonadas por sus padres de niñas son las que suelen sufrir este miedo con mayor intensidad. También lo sufren las mujeres que le tienen miedo a la soledad porque no se aman ni se valoran lo suficiente a sí mismas como para no necesitar compañía masculina y la protección de un hombre.

A los seres humanos se nos lastima desde la infancia. Todos hemos padecido la presión, con su sentido de la recompensa y el castigo. Se nos dice algo que nos causa enojo y nos lastima. Se nos hiere desde la infancia y por el resto de nuestra existencia cargamos con esa herida, temerosos de que se nos vuelva a lastimar o tratando de que no se nos lastime, viviendo una forma de resistencia. Nos damos cuenta, pues, de estas heridas y que por ellas creamos una barrera alrededor de nosotros, la barrera del miedo.

Pero nada, inclusive el pasado más doloroso, justifica que el miedo reine en nuestras mentes, porque el MIEDO ES OPUESTO A LA FE. Los 2 no pueden coexistir en nuestra mente y espíritu.

EL MIEDO NOS PARALIZA, NOS INHABILITA PARA SER QUIENES EL SEÑOR NOS HA LLAMADO A SER: sus discípulas, sus fieles seguidoras, sus hijas.

El miedo y la inseguridad generan celos y los 3 combinados destruyen nuestra relación.