Sunday, August 24, 2014

CUIDADO CON LAS SUPOSICIONES



"Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" 

(Juan 8:32)


Una de las mayores debilidades de las mujeres en una relación es su alta capacidad para "suponer" lo que está sintiendo y pensando su hombre.

Y la mayor parte de las veces, se equivocan.

Los hombres -en su mayoría- son mucho mas simples de lo que sus mujeres imaginan. La manera de pensar masculina suele ser mucho mas definida,
"o blanco o negro" que la femenina.

A las mujeres, los matices, las sutilezas y los detalles les encantan. Esto se refleja en su lenguaje: cuando llegan de trabajar y le narran su día a su marido,
parece que contaran una película. El hombre se pierde y a veces se abruma entre tanta minucia. El prefiere ir al grano, hablar directa, clara y eficazmente, sin recovecos,
sin circunloquios, sin mayores antesalas.Cuando la esposa le pregunta a su marido cómo le fue en el trabajo, no suele obtener mucho más que una palabra:"Bien".




Y eso a ella le desespera. Ella quisiera que su esposo hablara tanto como su mejor amiga (y de similar manera). Y esto es, desafortunadamente, pedirle "peras al olmo".
Ahora bien, debido a la complejidad del pensamiento femenino, las mujeres tienen la tendencia a leer los mensajes latentes o "implícitos",
los que ella supone que se esconden detrás de lo que su hombre le dijo. 



La imaginación femenina hecha a correr con suma facilidad y entonces entran a tallar las suposiciones.
Qué es lo que en realidad me quiso decir con lo que me dijo". se pregunta la señora. A lo que el caballero respondería: Exactamente lo que te dije, 
nada más, nada menos.



Imaginemos la siguiente situación: El esposo le envía un mensaje de texto a su mujer informándole que va a llegar tarde a la casa porque tiene mucho trabajo atrasado
y el jefe le ha pedido que se quede a cubrir horas extras.

Primera suposición que pasa por la cabeza de la esposa: "Por qué no me llamó para decírmelo?...Seguro que es mentira y por eso no se ha atrevido a llamarme por teléfono..."
Segunda suposición: "No será que está inventando esa excusa para hacer algo indebido, algo que me oculta?"
Tercera suposición: "Tal vez tiene una amante!"




Las suposiciones le arruinan la noche y cuando llega su marido a casa lo enfrenta con la misma rudeza que se encara a un hombre infiel. Pero lo que ella no sabe aún
es que su esposo le había dicho LA VERDAD y nada más que la verdad. Ella dejó que una serie de pensamientos tóxicos, basados en suposiciones,
contaminaran su mente y sembraran cizaña en su matrimonio.



Moraleja: NO VALE LA PENA "SUPONER" NADA. LAS SUPOSICIONES NOS ENREDAN EN EL CIRCULO VICIOSO DE LA DUDA,
LA SOSPECHA Y LA CONDENA SIN TENER PRUEBAS. PREGUNTEMOS, AVERIGÜEMOS, ACLAREMOS, BUSQUEMOS LA VERDAD...
Y sólo encaremos al otro si tenemos pruebas fidedignas. No dejemos que las suposiciones destruyan nuestra relación.

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