La mayoría de los problemas entre casados se reducen a un solo problema: uno o los dos no son lo suficientemente maduros emocional y espiritualmente. A veces adultos de 30 hasta 80 años actúan peor que niños de 6 años de edad. De juntarte en matrimonio con otra persona inmadura, el daño que se harán será grande.
Bien nos recuerda el apóstol Pablo nuestras limitaciones cuando nos exhorta "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios". (2° Corintios 7:1 ) Tenemos que tomar en serio la exhortación de Pablo a la purificación, a la madurez, a la santificación. Uno de los signos de madurez espiritual es no ofenderse aun cuando el agravio sea fuerte. La madurez es quedarse tranquilo, en paz, aún cuando el otro está descontrolado.
Después de la decisión de entregar nuestra vida a Jesucristo aceptándolo como nuestro Salvador, no hay otra más importante que la de elegir sabiamente con quién vamos a contraer matrimonio, pues este compromiso es para el resto de nuestras vidas, inquebrantable.
Casarse es fácil. Tener un matrimonio santo, feliz, de éxito, de acuerdo a los planes de Dios para nuestras vidas, no lo es. No es cosa de buena suerte. Hay algunas cosas específicas que puedes hacer para mejorar grandemente tus posibilidades de un matrimonio bendecido.
Es de suma importancia estudiar y comprender cómo es el matrimonio bíblico, aquel que no vas a servir de ejemplo a seguir, para nuestra santificación individual y como pareja. Para ello, los esposos deberían leer la Biblia juntos diariamente, -después de la cena o antes de acostarse, por ejemplo- por lo menos un capítulo diario, comenzando por el Evangelio de Juan.
El rol del esposo es ser el líder espiritual de su esposa. La Biblia dice: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican" (Salmo 127:1) Tanto el esposo como la esposa necesitan reconocer la importancia de darle a Cristo Su lugar en rl hogar: el primer lugar. La pareja que ora unida permanece unida. Los matrimonios que no se divorcian son los matrimonios CRISTOCENTRICOS.
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