"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas." (Proverbios 31:12)
En proverbios 31, La Biblia nos describe con lujo de detalles a la mujer virtuosa que Dios desea que seamos para nuestros maridos y nuestros hijos. Y de lo que el Rey Salomón sugería para la mujer se derivan algunos atributos que deberían distinguir al hombre virtuoso que la merecerá.
En el verso 11 se nos dice que su esposo confía en ella. Nadie duda de que tan excelente dama es digna de confiar. Pero "el corazón de su marido está en ella confiado" porque él dedice confiar, porque él escoge ser confiado,creer y no dudar.
Los versos 15 y 16 nos muestran a una mujer que es muy trabajadora. Pero su esposo prepara el terreno para que ella pueda desarrollar sus habilidades y destacar en lo que hace. El aprecia y respalda los talentos que ella tiene para las finanzas, permitiendo que ella invierta y contribuya a la prosperidad de la familia.
En el versículo 23 leemos "Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra." El hombre de Proverbios 31 es influyente e importante en su círculo. Es un líder en su comunidad y ella está orgullosa de él.
"Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba" declara el verso 29. De aquí se deduce que el hombre de esta mujer virtuosa le reconoce todos y cada uno de sus méritos delante de sus hijos, tanto así que ellos amplifican los elogios del padre.
Con un esposo como éste resulta más sencillo entender porqué "Le da ella bien y no mal, todos los días de su vida."(versículo 12)... El es su compañero, su mejor amigo, su protector y proveedor. Los dos se hacen el bien mutuamente. Trabajan como equipo por el bien común.
"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido." (Efesios 5:31-33)
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