Dado que el miedo es una emoción paralizante que le impide a quien la experimenta actuar de manera racional, es importante detectar los principales temores que generan bloqueos psicológicos y disminuyen las posibilidades de satisfacción sexual. Hoy veremos los de los hombres y mañana los de las mujeres.
Estos suelen ser los 3 miedos masculinos más frecuentes:
1) Temor a la falta de experiencia
Esto sucede en los recién casados que no han tenido relaciones sexuales prematrimoniales, -situación que suele darse entre los cristianos-, o en aquellos hombres que han tenido muy pocas parejas sexuales y creen que esto los perjudica por la falta de experiencia. Se trata de un mito totalmente infundado.
OJO: lo que hace la diferencia en la cama NO es la cantidad de parejas que se hayan tenido o las experiencias sexuales previas sino la calidad de la entrega a la persona que se ama. Para ser visto como buen amante, no se necesita una gran lista de parejas, sino detalles y atención con la mujer amada. Se trata de poner la intención de complacerla en primer lugar.
2) Miedo a la disfunción eréctil
El miedo más común sufrido por los hombres. Sucede cuando temen que no lograrán una erección durante el acto sexual. Lo irónico es que, muy probablemente, ninguno viviría tal experiencia sino se angustiara tanto pensando en ello. Mientras mayor sea la obsesión, menores las probabilidades de mantener la erección por el tiempo necesario para satisfacer a la esposa. La solución comienza por relajarse, gozar del encuentro sexual y preocuparse por el placer de la mujer antes que el propio.
3) Miedo a la eyaculación precoz
Otro miedo sexual muy temido es ser eyaculador precoz. Muchos hombres sienten pánico de eyacular antes de tiempo. Esta situación lo frustra a él tanto como a ella, y el hombre ve cuestionada su virilidad y capacidad de ser un buen amante. Pero recordemos que,en la mayoría de los casos, la causa de la eyaculación precoz es psicológica, por lo que controlando la mente puede controlarse la precocidad.
Efectos generales.- Uno de los peores efectos de estos miedos es el círculo vicioso que se produce cuando el hombre atemorizado por su posible deficiente desempeño sexual no le hace el amor a su esposa con la frecuencia de antes...Como consecuencia de esta falta de práctica y falta de conexión íntima, las probabilidades de que su próximo encuentro sexual resulte frustrante serán mayores.
Conclusiones.-
El sentir miedo a las relaciones sexuales es más frecuente de lo que se imagina y causa muchas disfunciones sexuales de tipo situacional que a su vez, crean sentimientos de vergüenza, angustia y frustración en quienes las sufren.
El tiempo, la practica, la comunicación y la compresión son factores básicos para hacer frente a esas dudas y temores que opacan nuestra sexualidad y serán en conjunto, con la educación, las armas para hacer caso omiso a todos los miedos sexuales que paralizan la intimidad conyugal.
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