Thursday, March 13, 2014

MUJER RESPETA A TU MARIDO(I)



"Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido." (Efesios 5:33)

Dios no tuvo que pedirle a la esposa que amara a su marido porque es algo tan natural en ella que cae por su propio peso. Tuvo que pedirle que respetara a su esposo porque es algo que ella tiene que aprender, para la armonía en su relación de pareja y para la felicidad de su hogar.


Hoy en día, debido a los abusos del pasado por parte del hombre hacia las mujeres y como consecuencia de las actividades de las feministas militantes, las mujeres demandan igualdad en todo. Esto puede aparentar ser bueno, y en parte lo es. Pero hay un lado muy negativo. Los matrimonios sufren y muchos terminan en divorcio porque se está violando el mandamiento dado por Dios a las mujeres de respetar a sus maridos.


Tal como sugiere el psiquiatra Emerson Eggerichs en su libro "Amor y Respeto", el hombre necesita respeto tanto como la mujer necesita amor. Los estudios sicológicos revelan que un hombre que no se siente respetado en su hogar es un hombre que se siente muy mal y poco motivado a responder hacia su mujer como ella desea. Esto es como una cadena o círculo vicioso que provoca muchas confrontaciones en los matrimonios y que la mayoría de la gente no reconoce. La mujer desea ser amada pero ya que su marido no se siente respetado, éste no tiene motivación suficiente como para amarla del modo que ella anhela.


En una encuesta hecha a un grupo de hombres se les preguntó que preferían: Vivir en una familia donde no se les respetaba y se les hacía sentir inadecuado o deficiente, o vivir solo en algún lugar donde pudiera mantener su dignidad y respeto. La mayoría escogió lo segundo.

Según el diccionario, entendemos por respeto: “Considerar, reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades de una persona, que se acompaña de obediencia y una especie de admiración profunda hacia ella.”


El respeto comienza cuando una esposa honra el liderazgo y la autoridad de su esposo, no porque él sea superior, si no porque es la persona a quien Dios vistió de autoridad para el hogar. En otras palabras, el respeto no está dirigido al hombre sino a la autoridad que hay en él porque Dios lo quiso así. Cuando una esposa entiende esto, respetará y se sujetará a su marido de buen agrado, porque su mirada está puesta en Dios y no en su esposo.

"Porque el marido es cabeza de la esposa, 
así como Cristo es cabeza de la iglesia;" (Efesios 5:23)

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