No interesa tanto encontrar a una persona a la que amar y por quien ser amada como aprender a CONSTRUIR LA RELACIÓN AMOROSA, -una vez en ella- acrecentando los niveles de confianza mutua, comprensión, paciencia y afecto que sienten el uno por el otro con el objetivo de PERMANECER CASADOS y felices.
Tener un buen matrimonio es mucho más importante que cualquier carrera laboral. Todos hacemos méritos diarios para mantener un buen empleo. Pero son pocos los que hacen méritos día a día para mantener a su cónyuge satisfecho y feliz.
Muchas parejas dicen haberse casado porque querían compartir con esa persona el resto de sus vidas pero al cabo de 2 años de vivir juntos suele suceder que uno de los dos (o los dos) considera que la causa de su insatisfacción y desdicha es precisamente esa otra persona!
Para evitar caer en la visión negativa deberíamos hacer un esfuerzo consciente por continuar priorizando las virtudes de nuestro cónyuge por encima de sus defectos. Las mujeres que declaran palabras positivas sobre sus esposos hacen que ellos se sientan honrados y un esposo respetado suele amar más a su mujer. Los hombres que declaran palabras positivas sobre sus esposas hacen que ellas se sientan amadas y una mujer amada suele respetar más a su marido.
La mayor parte de los divorcios se gesta a partir de la percepción del lado negativo del otro, la decepción, la desilusión y el desaliento. Pero esta percepción errónea puede ser controlada e inclusive puede ser prevenida cuando la razón por la que nos hemos casado y nos mantenemos casados NO es egoísta. Los dos están llamados a construir un matrimonio sobre la roca, basado en su relación individual y de pareja con Dios, en el cual ellos se digan mutuamente: "Nunca te dejaré, nunca te abandonaré" que es lo que Dios también promete a los esposos fieles.
Un matrimonio puede mantenerse feliz a lo largo de los años si LA RAZÓN POR LA QUE LOS ESPOSOS ESTÁN CASADOS ES MAS FUERTE QUE LOS NIVELES DE ESTRÉS A LOS QUE LA PAREJA SE SOMETE por vivir bajo el mismo techo. Pregúntate por qué te casaste y por qué deseas mantenerte fiel a tus votos matrimoniales. La mayoría de las personas que se divorcian lo hacen por razones egoístas. Los que perseveran a pesar de los problemas, demuestran que son generosos, que están dispuestos a esforzarse y sacrificarse por una buena causa.
El mejor matrimonio del mundo es aquel conformado por dos amantes dispuestos a servirse el uno al otro.
La actitud de servicio que debemos imitar en el matrimonio es la de Jesucristo hacia su iglesia. Por eso es que el apóstol Pablo le dice a los maridos en Efesios 5:25 que deben amar a sus esposas como Cristo amó a su iglesia, sacrificándose por ella, entregando su vida por ella. Cuando los esposos colocan a Jesús en el centro de su relación, la matemática del matrimonio es única: Marido + Mujer + Dios = UNO. Si los esposos son UNO EN CRISTO, las probabilidades de divorcio son mínimas o casi nulas. Nada más sólido que un matrimonio Cristocéntrico.
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