Veamos ahora 4 sugerencias para avanzar positivamente en el manejo de la economía familiar.
1) Fijen momentos para repasar las finanzas y hablar al respecto.
No esperen a que los cheques comiencen a rebotar o se agoten los ahorros para afrontar el problema y conversar sobre el dinero de la familia. Al programar charlas periódicas, aunque sea una o dos veces por semana, para repasar las finanzas y planificar al respecto, podrán atenuar aquellas situaciones con una posible carga emocional.
2) Comprométanse a respetarse entre sí.
Las cuestiones de dinero pueden ser muy estresantes en cualquier familia. Pero la presión adicional de relaciones y complicaciones financieras con ex cónyuges y los torbellinos emocionales al tratar de criar hijastros pueden hacer que aun las parejas con las mejores intenciones exploten de ira entre sí y creen un gran conflicto matrimonial. Hablen acerca de las cuestiones financieras y contemplen la idea de poner por escrito cómo lo harán y, sobre todo, que se respetarán mutuamente mientras estudian decisiones y problemas difíciles.
3) Concéntrense en los problemas principales que afectan a la familia.
Decidan juntos qué cuestiones financieras “no son negociables”, es decir, aquellos aspectos con los que ambos se encuentran plenamente comprometidos, y concéntrense en las áreas claves en vez de distraerse con discusiones innecesarias. Por ejemplo, si deciden que no contraer una deuda adicional es un valor central, concéntrense en ello y bríndense mutuamente (y a sus hijos) un poco de respiro en relación con ciertas cuestiones, como las propinas de sus hijos. Aquí es cuando resulta práctico tener prioridades financieras en común. El hecho de saber qué metas persiguen como familia los ayudará a evitar discusiones.
4) Pidan ayuda profesional si la necesitan.
Las personas inteligentes suelen pedir consejos cuando no están seguras de qué opciones tienen o cuál sería la mejor opción para su familia ante varias alternativas. Decidan de antemano que si necesitan ayuda profesional, como los servicios de un abogado o un asesor financiero, la pedirán juntos en beneficio del matrimonio y la familia.