Continuando con el análisis que iniciamos ayer, veamos los siguientes dos mecanismos negativos que inciden sobre la relación amorosa:
3) Menosprecio.-
Se da en cada vez que uno emite una opinión sobre su pareja desde una postura de superioridad. Incluye utilizar malas palabras para referirse al ser amado (en presencia o ausencia), ignorar su sufrimiento o "matarlo" con la mirada.
Algunos usan la ironía, el sarcasmo o las bromas pesadas para encubrir su menosprecio. Ya sea de manera directa o disfrazada, hacer sentir al otro poca cosa es un mal hábito que, en casi todos los casos, conduce al divorcio.
4) Ignorar al otro.-
Se produce cuando uno de los dos deja de sintonizar con el otro y se retira de la conversación, aunque en apariencia esté presente.
Esa persona ni siquiera se toma el esfuerzo de producir los sonidos que indican que seguimos con atención lo que el otro nos dice. Calla y muchas veces justifica su encerrona en sí mismo en que prefiere no hablar porque empeoraría aún más la situación. Sí, es cierto que en ocasiones esta manera de pensar es correcta, pero en otras genera el efecto opuesto al que se pretende.
Lo ideal es contener la ira, recuperar la calma y decirle al otro algo como esto: "Por favor disculpa pero no estoy en condición de continuar discutiendo sobre esto ahora mismo...Te amo y no quisiera decir algo de lo que después me arrepienta... Terminemos de tratar el tema en otro momento, cuando los dos estemos más tranquilos..OK?"
Conclusiones.-
En resumen, es obvio que en una relación amorosa vamos a herir los sentimientos del otro tarde o temprano. Y cuando esto suceda, debemos estar dispuestos a REPARAR el daño causado. Lo que implica aprender a pedir perdón y a reconocer que metimos la pata.
Asimismo es necesario reducir las expectativas de ambas partes y entender que los conflictos son parte de la naturaleza de la relación.
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