Con frecuencia escuchamos consejos dirigidos a parejas en los medios masivos, sobre todo a aquellas que se encuentran en la etapa del cortejo, sobre la necesidad de ocultar los verdaderos sentimientos y pensamientos y mostrar solamente "la mejor cara" al otro, es decir: fingir no ser quien uno es en realidad.
Uno de los mejores regalos que una persona puede hacerle a su pareja, potencial o presente, es expresarle sus sentimientos con sinceridad. honestidad, transparencia y autenticidad. Lo que impide a mucha gente "abrirse" al otro es el miedo al rechazo. Miedo a perder al ser querido cuando descubra quienes somos de verdad.
Pero el apóstol Juan nos recuerda que "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor" (1 de Juan 4:18)
El tiempo de Navidad y la llegada del Año Nuevo son épocas perfectas para echar afuera el temor y abrirle tu corazón a tu cónyuge. Entrégale el regalo de tu confianza plena. Después del amor que le tienes, ningún otro valor es más requerido para que la relación se mantenga fuerte y duradera que la confianza.
Es importante que aprendas cómo decir lo que tienes que decir. Primero y ante todo considera que tu tono al hablar debe ser suave, dulce, respetuoso. Elige las palabras cuidadosamente. Piensa, medita en lo que le vas a revelar. Y luego comienza la frase con algo como esto:
"Siento que ha llegado la hora de darte el regalo de un corazón vulnerable, por lo que he decidido confiar en ti y confesarte algo que tú no sabías y que considero importante que sepas....Confío en que esto quedará entre tú y yo... A nadie más le he revelado mis sentimientos sobre esto, lo que te demuestra la persona especial que eres para mí....Yo siento que...."
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