Tuesday, December 23, 2014

EL PODER RESTAURADOR DE PEDIR PERDON EN NAVIDAD


No hay mejor regalo que le podamos dar a nuestros hijos en Navidad que el don de la reconciliación familiar. Nuestros niños no pueden ser felices si sus padres se detestan, se ignoran o se pelean como perros y gatos delante de ellos.
Es hora de hacer algo que marque la diferencia de esta Navidad con respecto a las anteriores. 



Y he aquí mi sugerencia: Cuando todos estén reunidos, antes de la Cena de Nochebuena, uno de los dos (papá o mamá, el que lea esto y sea tocado por el Espíritu Santo para dar el primer paso) va a pedir un minuto de atención a los presentes para que la petición de perdón sea pública.



Cuando Jesús perdonaba los pecados de quienes le pedían sanación, lo hacía en público. El te perdonó tus pecados en público al morir en la cruz por tí y dijo públicamente refieriéndose a todos nosotros, pecadores: "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen"(Lucas 23:34).


Cuando todo el mundo esté callado escuchando lo que vas a decir, te diriges al lugar de tu cónyuge, le tomas las manos y mirándole a los ojos, le dices algo como esto: "Desde lo más profundo de mi corazón te pido perdón por las veces que durante el año que termina dije o hice algo que te hirió. Lo lamento mucho. Te ruego me perdones. Voy a poner todo de mi parte para cambiar durante el 2015 por ti, por nuestra familia, por mi mismo y sobre todo por Dios.Te amo mucho... Perdóname, por favor".  Y luego sellas el precioso momento con un fuerte y prolongado abrazo.


La paz que reinará en tu Nochebuena a partir de ese momento y el maravilloso ejemplo que le estarás dando a tus hijos vale más que el más costoso de los obsequios. Feliz Navidad!


-"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." 1 Juan 1:9

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