Wednesday, May 21, 2014

LA VERDADERA RAIZ DEL DIVORCIO COMO FLAGELO SOCIAL

En numerosas entrevistas de radio y TV me han preguntado cuáles son, en mi opinión, las principales causas de la alta tasa de divorcios. Mi respuesta incluye una serie de variables pero no la principal porque no sé si hablo directamente a cristianos o por lo menos a creyentes. 
La principal causa de la alta tasa de divorcios es la campal batalla del enemigo, del maligno, de Satanás, contra la primera institución creada por Dios como institución SAGRADA: el Matrimonio. Inclusive antes de crear la iglesia, Dios creó el matrimonio.


El primer libro de la Biblia, Génesis, lo explica claramente. Dios creó la tierra, los cielos, los mares, la vegetación, los animales y al hombre. El hombre ejerció dominio sobre la naturaleza y Satanás no se atrevió a tentarlo. Pero cuando Dios creó a la mujer para Adán, cuando le creó su AYUDA IDONEA, entonces Satanás introdujo el pecado EN EL MATRIMONIO, no en el hombre o en la mujer separadamente. Porque el pecado de desobediencia fue cometido por ambos como PAREJA. Eva fue tentada y Eva tentó a Adán. Adán NO supo ser el LIDER ESPIRITUAL de Eva. No supo asumir el rol para el cual fue creado. De haberlo sido la hubiera amonestado y no hubiera desobedecido a Dios obedeciendo a su mujer.


Cuando Dios confronta a Adán, como cabeza de la mujer, y le pregunta porqué pecó, Adán le echa la culpa a su mujer. Y esto suele suceder en casi todos los matrimonios cuando están al borde del divorcio. El hombre le echa la culpa a la mujer de todos sus propios males y de los problemas familiares. Mientras tanto, la mujer no sabe respetar a su marido ni mucho menos someterse a él porque, de acuerdo a ella, él NO es el líder de su hogar. Ella no lo deja ser líder porque él no sabe ser líder. Ella "lleva los pantalones" en la casa y él la culpa de su propia inercia.


Dios castigó a la mujer haciéndola dependiente de su marido ( "tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti", Génesis 3:16). y por eso, por más que ellas intenten decir que se sienten completas sin un hombre en sus vidas, la mayor parte de mujeres no son felices sin el amor de un hombre y por tanto dependen de él, aunque afirmen lo contrario. (Por otra parte, LA MUER FUE CREADA PARA EL HOMBRE y no viceversa!).


La mujer rechaza el castigo divino intentando dominar al hombre y la lucha por el control de la relación convierte al matrimonio en un lugar de desencuentros cotidianos. El apóstol Pablo se afana en decirle a las mujeres, en numerosos versículos de sus cartas, que SE SOMETAN A SUS MARIDOS, porque esto es lo que la mayor parte de las mujeres NO está dispuesta a hacer en primera instancia. Ellas pueden reconocer en teoría que sus esposos son la cabeza de sus hogares, pero en la práctica ellas quieren dirigir, ordenar y decidir por su cuenta y riesgo.


El hombre siente que debido a esta BATALLA POR EL PODER, su mujer no le demuestra ningún respeto. Y en cuanto él no se siente respetado, le es mucho más difícil amar a su esposa. 
Sin amor del esposo hacia su mujer, sin respeto de la esposa hacia su marido, el círculo vicioso no tiene cuando acabar y mientras tanto Satanás sigue haciendo de las suyas. Y cuando el enemigo ataca al matrimonio sabe que ataca la familia y con ella a la sociedad toda

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