Saturday, June 6, 2015

“MI HIJA ES MENOR DE EDAD, QUEDO EMBARAZADA Y MI ESPOSO NO LO SABE”…


¿Cómo debe actuar una madre que se entera que su hija adolescente está embarazada?

Ante todo, tiene que  mantener la calma y una perspectiva MORAL balanceada. 
Algunos padres temen que dar a su hija el amor y apoyo que ella necesita animará el comportamiento que condujo al embarazo. Esta es una creencia errónea. Por el contrario, darle la espalda la podría conducir a una vida promiscua y vacía. 


La chica cometió un grave error. Eso nos queda claro. Pero ahora, de ahora en adelante, se trata del desarrollo de un niño, de un ser humano. El bebé no tiene culpa de nada, es inocente y hay que protegerlo. Todos los niños son bendiciones. Aunque las circunstancias en que nazca el bebé pueden ser menos que ideales, ese niño es tan precioso y amado por Dios como cualquier otro...y así debe serlo por su madre y sus abuelos.


2) Ayudarla a asumir su responsabilidad  y averiguar si el padre querrá asumir la suya. No hay que obligarlos a casarse bajo ninguna circunstancia pero el muchacho deberá participar en la crianza del bebé y darle afecto. LOS PADRES DEBEN SER TRANSPARENTES SOBRE EL NIVEL DE APOYO QUE PUEDEN DAR EN LA CRIANZA DEL BEBE.  No deben asumir toda la responsabilidad porque eso sería como premiar a la muchacha por el error cometido. ELLA TIENE QUE ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE LAS CONSECUENCIAS DE SU IRRESPONSABILIDAD.



No es culpa de la madre que su hija adolescente quede embarazada pero tal vez no supo hablarle de mujer a mujer, con sinceridad, educándola sexualmente. Los padres NO deben pensar que le corresponde al colegio brindarle educación sexual a sus hijos.



No debemos recordarle a la chica a cada momento por qué no usaron anticonceptivos o por qué no se esperó para tener relaciones sexuales con su pareja. CON DECIRLO UNA VEZ BASTARA. No debemos juzgarla, puesto que hemos aceptado ayudarla. Los padres tienen dos opciones: O juzgarla y condenarla. O perdonarla y ayudarla. Ella estará llena de miedo, culpa e inseguridad, y debe encontrar el calor y la calma en sus padres. 



Lo ideal sería poder hablar con la familia del chico, en el caso de que él haya decidido asumir su responsabilidad. Puede ser beneficioso involucrar al padre y a su familia; él necesita asumir tanta responsabilidad como la madre. 



Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales en lo que respecta a la salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto a nivel físico como emocional) si sabe que no está sola. Es esencial ser capaces de comunicarse entre sí, de forma calmada.


Si necesita ayuda para manejar sus sentimientos sobre la situación, hable con alguien de su confianza o busque asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en momentos como éste.
La hija embarazada también es preciosa para Dios. La chica puede tener miedo, y sentirse avergonzada y sucia, y es responsabilidad de sus padres ayudarla a ir más allá de la emoción y acercarse a Dios en busca de Su perdón y un nuevo comienzo.


La meta es promover un ambiente en el cual el niño es valorado como una bendición. Alentar al padre adolescente a asumir la responsabilidad sin temor. Y hacer que el aborto NO sea una opción bajo ninguna circunstancia.


Si una familia abandona a su hija adolescente embarazada — incluso emocionalmente — ella estará mucho más propensa a tomar decisiones perjudiciales. Puede creer que casarse con el padre del bebé es la única opción. Ella puede no saber cómo cuidar de su salud y la del bebé. Otras adolescentes embarazadas pueden ver la relación volátil y mantener en secreto su propia condición.


Por el contrario, la chica será capaz de tomar decisiones mucho más sabias sobre el futuro de ella y su bebé si descansa en la aceptación y orientación amorosa de sus padres. 

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