EL AMOR DE PAREJA ES EL ANTIDOTO PARA EL EGOISMO

Te consideras una persona egoísta? La mayor parte de la gente responde con un rotundo no a esta pregunta pero la verdad sale a la luz cuando se casan....

Es entonces cuando se pone a prueba sus niveles de egoísmo y cuán difícil les resulta compartir todo con otra persona. Cuán difícil resulta ser generosos y poner las necesidades y felicidad de otro ser humano por encima de las propia.

Pero es que la generosidad juega un rol preponderante en el amor erótico si es que éste desea prolongarse en el tiempo. Amar es darse. Es entregarse al ser amado, sin reservas.

Por eso es que nos cuesta tanto adaptarnos a vivir en pareja, adecuándonos a las expectativas del otro para hacerlo feliz, sobrellevándonos, perdonándonos y respetándonos mutuamente.

¿Qué le da una persona a otra cuando ama? 
Da de sí misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. 
Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio.
No da con el fin de recibir, porque dar es de por sí una dicha exquisita.

Quien no conoce nada,no ama.
Quien no puede hacer nada, no comprende nada. 
Quien nada comprende, nada vale. 
Pero quien comprende también ama, observa, estudia... 
Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa o
una persona… más grande es el amor… (Paracelso)

PARA AMAR A UNA PERSONA TENEMOS QUE CONOCERLA
PARA CONOCER A UNA PERSONA TENEMOS QUE ESTUDIARLA
Decide estudiar a tu cónyuge para conocerlo, conocerlo para aceptarlo y amarlo tal y como es.

La entrega, la dación, se manifiesta en el sexo.
A mayor generosidad, mayor placer
La culminación de la función sexual masculina radica en el acto de dar; el hombre se da a sí mismo, da su órgano sexual, a la mujer. 

En el momento del orgasmo, le da su semen. No puede dejar de darlo si es potente. Si no puede dar, es impotente. 
La mujer también se da; permite el acceso al núcleo de su feminidad; en el acto de recibir, ella da. Si es incapaz de dar, es frígida.

La dación del uno hacia el otro, la entrega desinteresada, es parte indispensable en la intimidad para saltar de la definición de "tener sexo" a la de "hacer el amor".